lunes, 31 de octubre de 2011

Mi hermano mayor


Mi hermano mayor por parte de madre fue bautizado con el nombre de José Jesús y nació un día antes o después  que Cumaná fue destruida por un terremoto.  Su infancia no conoció madre ni padre.  Llegó a la adultez bajo la protección de su Tía Rosa, a quien llamaba “Mamita”.  Era muy libre y autónomo y mi Tía educada bajo la rigurosa disciplina antigua, no podía soportarlo y se lo devolvió a su Madre en la Isla de Coche. Evangelia (o Eva como solía llamarla su hermana Victoria) lo puso a navegar en el “San Rafael” el tres-puño de su compadre Ángel María Rodríguez (Mallía) quien siguiendo una tradición muy marinera le calzó el apodo de “Pat´e Cristo”  Disgustado se fue a trabajar en la pesca de arrastre con Félix Fernández,  tío de mi Madre, quien se arranchó en “Las Cabeceras” de la isla.  Allí lo visité una vez por mandato de mi Madre que quería saber de él.  Lo encontré desconchando la madre perla y en su hábil labor apareció bordeando la falda de la ostra una perlita dorada.  Por temor no quise tomarla como era su insinuación. Tenía inclinación hacia la escultura.  En el patio de mi casa moldeó en arcilla el rostro impresionante de Cristo. Más tarde supe que se había embarcado como marino en un carguero trasatlántico buscando la ruta de su abuelo José de la Cruz Tillero que había dejado un amor y un hijo en cada puerto de ultramar.  Se cansó de la navegación de alta mar y se afincó en Caracas. Recibió dinero de una panameña para que se casara con ella a fin de quedarse en Venezuela. Con ese dinero hizo vida marital con Josefina Olivero, una linda secretaria con la cual tuvo su primer hijo en una pensión caraqueña.  Para sobrevivir en una ciudad cosmopolita y exigente se metió a gestor de vehículos con lamentable resultados.  Caracas era una ciudad que todavía utilizaba la carretera vieja para comunicarse con La Guaira.  En ese puerto me lo encontré un día.  Conducía un carro deportivo usado, convertible.  Con él regresé a Caracas donde estudiaba, aterrorizado por la velocidad que le imprimía al vehículo devorando una carretera  llena de curvas  y bordeando los abismos. Interrumpí mis estudios para aceptar una invitación de mi primo Jesús López Fernández, el hijo mayor de Tía Rosa, quien era gerente de una cervecería y me vine a Ciudad Bolívar a trabajar con él y su hermano Pedro Rafael. José Jesús hizo otro tanto y regresó a Cumaná donde se estabilizó e hizo familia. Un día, se apareció en Ciudad Bolívar desde Cumaná  remolcando un tráiler con una lancha de madera recubierta con fibra de vidrio.  Estaba en aprieto y necesitaba dos mil bolívares.  Me quedé con “Elizabeth II”, así se llamaba la lancha porque su primera hija tenía ese nombre, es decir, Elizabeth Josefina Fernández, hija de su matrimonio con Rosa Tineo, con la cual, además de ella, tuvo a Jairo José. José Jesús murió el 5 de diciembre de 1981.  Tenía a 25 años casado con  Rosa Tineo. Cuando  murió no vivía con su esposa, llevaba varios años separados, pero sin divorciarse. Era amante de Trina Ramírez con la cual tuvo una hija que no conoció porque al morir Trina apenas tenía siete meses de embarazo..  Su esposa Rosa murió de 50 años el 2 de abril de 1989.  Jairo murió en 4 de mayo de 2006, por deficiencia renal, no dejó hijos. Elizabeth reside en Caracas, tiene 3 hijos Rafael Eduardo Pereira Fernández, de 30 años, licenciado en comercio internacional,  trabaja en Siemens, Laura Esther de 26 años, vive en Londres desde hace más de una década, ya con nacionalidad europea y trabaja con niños en calidad de Maestra Montessori, y  Rosanny Alejandra, estudiante de medicina.  José Jesús murió de infarto fulminante al miocardio.  Se hallaba en el mercado de Puerto La Cruz acabando de regresar de Caracas con una mercancía que pensaba descargar allí.  Fue a la venta de comida se sirvió un pollo a la brasa. Luego se fue  a un Baño Público del mismo mercado. Sintió un fuerte dolor en el pecho y allí quedó tirado hasta el amanecer.  Su compañero, en vista de que no llegaba, siguió el rumor de un hombre muerto en el mercado, y comprobó que se trataba de José Jesús, mi hermano mayor, diligente, amoroso y aventurero.

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