lunes, 28 de mayo de 2018

Formación de la Isla de Coche


La formación de la Isla de Coche habría ocurrido  durante le época del Mioceno Superior, según demostraron a través de un estudio de campo, el doctor J. N. Perfetti y los estudiantes Jesús Rivas y Andrés Flores, de la Escuela de Geología y Minas del Núcleo Bolívar de la Universidad de Oriente (UDO).  Ellos realizaron estudios petromineralógicos y micropalenteológicos y lo determinaron, echando así por tierra lo que dice la Cartografía geológica oficial.
       La excursión científica, muy similar a la realizada con otros estudiantes a la Gran Sabana y distintos lugares venezolanos, se realizó a mediados de 1982 y los udistas contaron entonces para su trabajo de varios días con la colaboración generosa de Froilán Lunar, a quien los cochenses conocían como “Chilango”, famoso por sus lances y grandes trenes de pesquería.
       La época del Mioceno transcurrió hace 30 millones de años, período terciario de la Cenozoica, era  en la que tuvo lugar una brusca transición de la edad de los reptiles a la edad de los mamíferos, ya que desaparecieron los grandes dinosaurios y otros reptiles que habían dominado la vida durante el mesozoico.
       La cartografía geológica oficial afirma equivocadamente que la Isla de Coche fue formada más recientemente, es decir, hace 12 millones de años, época del pleistoceno del mismo período terciario.
       Los estudiantes encontraron protozoo del orden Foraminíferos en zona que hasta entonces (1980) eran conocidas como estériles.  El estudio de la microfauna vino después a corroborar la edad del material muestra extraído en varias zonas de la isla y procesadas luego en laboratorios especializados.
       Los investigadores establecieron en la Isla de Coche dos estaciones: la primera en un punto sur occidental a 300 metros del caserío El Bichar, en un acantilado a la orilla de la playa. Allí llegaron fácilmente tomando la carretera asfaltada de San Pedro-El Bichar.
La segunda, en un punto al sur-este,  tomando la carretera que va de El Bichar a Güinima, a 100 metros al este de El Amparo, en un acantilado a 6 metros de altura, siguiendo hasta la cota 60 por caminos de tierra..
Los tesistas udistas encontraron que el perfil de la Isla es poco pronunciado.  La costa norte-oeste de Coche presenta un largo acantilado con una altura promedio de 20 metros, formados principalmente por conglomerados polimícticos  de grano grueso, con intercalaciones menores de arena y arcilla.  Únicamente en el extremo Sur-Este, afloran rocas metamórficas  en la costa.  El terreno de esta isla presenta  pequeñas lomas redondeadas  con elevaciones cercanas a los 70 metros, cubiertas por cascajo suelto  derivado de los conglomerados mencionados;  solamente en el extremo occidental de la isla, donde se encuentran las salinas, se conocen depósitos recientes  que forman la planicie costera.
Desde el punto de vista litológico, la formación está constituida aproximadamente iguales de arcillas, areniscas y conglomerados mal escogidos.  Las arcillas cuando son frescas son de color gris o azul y meteorizan con colores abigarrados que en muchos casos le dan un aspecto moteado.  Generalmente las arcillas son arenosas y contienen guijas o guijarros de diversas rocas y cuarzos; localmente son carbonadas.  Las areniscas son de grano grueso y  fino, con un cemento arcilloso.  La roca fresca es de color gris o marrón claro, pero meteoriza con colores amarillo o  rojo.  Los conglomerados se componen predominantemente de guijarros, peñas y peñones sub angulares o sub redondeados en los que predominan las rocas ígneas y metamórficas, areniscas y cuarzos.  Tanto los conglomerados, como las areniscas, son típicamente ferruginosos. 

Coche ante los ojos de Colón

Cuando Cristóbal Colón pasó por las costas de  Coche el 14 de agosto de 1498, la isla estaba completamente despoblada. Era tierra virgen y circundada por lechos de importantes ostrales que se extendían hasta su vecina Cubagua, territorialmente más pequeña, pero más cercana a la costa firme.
Navegantes posteriores, a partir de 1502, atraído por los ostrales exploraron más la isla y lo que más llamó la atención fue la cantidad de conchas de moluscos marinos que cubrían sus extensas playas y de allí seguramente provino el nombre.

El Nombre de Coche
No creo como se ha venido diciendo que el nombre de la Isla de Coche significa “venado”.  He indagado y no encuentro la raíz del nombre ni siquiera en lengua Guaiquerí ni menos en castellano. Creo más bien que Coche tiene que ver con concha, pues de concha de moluscos ha debido estar invadidas las playas de la isla para los años de 1.500 cuando comienzan a dar cuenta de su existencia.
Cubagua si es nombre de lengua indígena como lo es Guamache, Guayana y Guanta, vocablos presididos por la partícula o prefijo “Gua”  que significa dominio, posesión, protección, algo asi como nuestro hogar a decir de Lino –Duarte Level.
Margarita no es nombre de lengua indígena sino castellana de la raíz griega ”Margarites” que significa Perla, de manera que el nombre de esta isla corresponde a lo que en esencia era en los tiempos de la conquista y la colonia “la isla de las perlas”.  Al fin y al cabo las tres islas, Margarita, Coche y Cubagua, estuvieron  los primeros tiempos asociadas con la Perla. “Concha  de Perla” es expresión común  de sus moradores al referirse a la cubierta o caparazón de los moluscos marino como la  ostra y el caracol  Es lógico pensar que el sustantivo Coche  proviene de concha o  Conch  como le dicen tantos ingleses como franceses.
Es de suponerse que las playas de Coche, más antes que ahora, estuvieron cubiertas de Conchas de los moluscos marinos, después por la intensa explotación de la madre perla y antes por los “rebosos” que llevan los moluscos marinos hasta la playa y allí mueren acribillados por los rayos solares..

Lo primero que vieron los conquistadores fueron las playas cubiertas de conchas y de allí deriva seguramente el nombre que vemos en le primera Cédula Real a favor del Veedor Juan López de Archuleta, “una isleta pequeña que se dize Conche”.
Lo cierto es que quedó para siempre bautizada "Isla de Coche" que oteaban con ansiosa curiosidad aventureros que entonces habitaban Cubagua viviendo bajo toldos y cubiertas improvisadas.  Para 1525 todavía Cubagua era una simple aldea que se abastecía de agua a través de barriles transportados desde el río Manzanares de Cumaná y para cocinar traían leña de la isla de Margarita. Al año siguiente, el Rey Carlos Primero de España, la oficializó como Villa (Villa Santiago de Cubagua) con sus respectivo Cabildo y Regidores y en 1528 ciudad con el nombre de Nueva Cádiz, la primera fundada por los colonizadores hispanos.
    
    Intentos de poblamiento

    Entre las primera autoridades de Cubagua estaba un Veedor de nombre Juan López de Archuleta que como buen veedor marino que era había explorado la vecina Isla de Coche y se interesó por ella hasta el punto de escribirle al Rey solicitándola en calidad de Encomienda y el 28 de julio de 1526, conforme a Cédula despachada en Granada, España, el Rey Carlos Primero manda a sus Oidores en la audiencia de Indias en Santo Domingo, examinar la conveniencia de entregar la Isla de Coche, en calidad de encomienda, al marino y veedor de la Isla de Cubagua, Juan López de Archuleta, para que se establezca con su mujer y tenga en ella ganado, labranzas y otras granjerías.
Aunque el enjundioso Cronista de Margarita, jesús Manuel Subero, quien escribió un libro muy completo sobre Coche, da por descontado que el primer poblador de Coche fue Juan López de Archuleta en calidad de Encomendero,. aparte de la Cédula emitida por el Rey, no existe otra documentalmente o aseveración más concreta y explícita,, creemos más bien que el verdadero iniciador del poblamiento fue el denodado navegante y pescador Pedro Gonzá­lez de Albornoz, quien con gentes y bajeles propios, navegó las cos­tas de Margarita y tierra firme en búsqueda de ostrales. Fue entonces, en recorrido por  contornos de la isla de Coche que descubrió la inmensa riqueza perlífera de que podía ser codicia la Isla y, atraído por ella, decidió radicarse en ella y siguiendo sus pasos y descubrimientos llegaron numerosos moradores de Cubagua hasta el punto de asignarle Aguasil y es así que por Real Cédula del 21 de junio de 1529, Hernando Carmona fue designado Alguacil mayor de la Isla.  Para la fecha se habían descubierto ricos ostrales que atrajeron a casi todos los habitantes de Cubagua.  Desde entonces la isla fue adquiriendo relieve en la geografía económica de la provincia y estuvo durante mucho tiempo asediada por los filibusteros ingleses que la saquearon repetidas veces. 

La Isla asediada por Filibusteros

En 1600 y 1601 atacaron a Coche filibusteros ingleses al mando de  Guillermo Parker, siendo defendidos los os­trales, por el gobernador de Nueva Andalucía, Diego Suá­rez de Amaya. Para esta época la isla de Coche era utiliza­da apenas como una estación temporánea de pesca por los ve­cinos de Cumaná. Después la actividad va reduciéndose has­ta quedar casi abandonada cuando el viaje de Humboldt. 

Humboldt en Coche

            La mañana del 15 de julio de 1799 cuando el indio guaiquerí Carlos del Pino iba de patrón en su piragua con varios de su raza a buscar madera de construcción en los bosques de cedro que se extiende desde el Cabo de San José hasta más allá de la desembocadura del río Carúpano, sin más bastimento que cocos y pescado frescos, observó que un barco español fondeaba cerca de la Isla de Coche, izaba el estandarte de Castilla y lanzaba cañonazos.
            Temeroso y sin saber de qué se trataba, en vez de huir como lo hacían otras piraguas, Carlos del Pino puso proa hacia la corbeta.
            Era el “Pizarro” donde viajaban hacía 40 días, desde el puerto de la Coruña en España, los naturalistas Alejandro de Humboldt y Bonpland, a los cuales le llamó la atención aquella pequeña isla baja con médanos enclavados, aparentemente deshabitada y llena de cactus cilíndricos, semejantes a candelabros.
            Como las sondas habían indicado poca profundidad, no desembarcaron sino  que escudriñaron  la isla a través del catalejo. Así que luego de varias horas levaron anclas y navegaron hacia el Oeste, rumbo a Cumaná. A bordo iba el indio Carlos del Pino. Había abandonado a sus compañeros para desde las jarcias de una corbeta realizar el sueño de ver el horizonte verde donde quedaría para siempre.
            En el trayecto el indio entretenía a Humboldt y a Bonpland con relatos de su tierra. De esta manera se enteraron de que a pocas millas de la costa existía una faja de tierra montuosa y fría, habitada por españoles y de que en las llanuras viven dos especies de cocodrilos así como boas, anguilas eléctricas y varias especies de jaguares. Humboldt comenzó a despertar su extraordinaria curiosidad por las maravillas del país que comenzaba a visitar.
            Le inspiró el indio tanta confianza y sabiduría que se lo llevó consigo de ayudante por todo su recorrido recolectando plantas y animales, estudiando y analizando el calor, el contenido magnético y eléctrico de la atmósfera, determinando longitudes y latitudes geográficas, midiendo montañas e investigando al fin todo el poder viviente de la naturaleza.
            Para todo venía muy bien, en una u otra tarea, el indio Carlos del Pino que de lobo de mar se veía de pronto convertido en alumno de la ciencia. Acostumbrado al viento franco y a la inmensidad del mar, le parecía muy poca cosa aquellos ríos, sin embargo, experimentaba cierto sobrecogimiento por las selvas presintiendo como mal augurio que sería al fin atrapado por ella.
            Por eso, luego de varios meses de recorrido, quería dejar atrás el Apure, el Orinoco, el Atabapo, Río Negro y el Casiquiare para retornar pronto al mar con los suyos, pero tal como lo presentía, llegando a la Angostura del Orinoco, la malaria comenzó a minar su cuerpo y la miel mezclada con extractos de quina no pudo, como a Humboldt y Bonpland, salvarle la vida. Murió a los ocho días de haber llegado a aquel puerto fluvial de la colonia gobernado por don Felipe Inciarte. De Carlos del Pino nunca más se supo en la tierra de los guaikeríes. Se quedó para siempre sembrado en Angostura el indio que renunció al mar para descubrir  el horizonte insondable de la selva.

En tiempos de la Independencia

En tiempos de la lucha por la Independencia los habitantes de la Isla de Coche estuvieron al lado de los patriotas y algunos de los buques hundidos en sus costas fueron buceados para aprovechar los cañones que Juan Bautista Arismendi y Francisco Esteban Gómez emplearon contra los españoles.
El historiador Francisco Javier Yánez habla del furor de los españoles contra la indefensa isla:  “Las goletas  “Gabazo”, “Pellejo” y la “Vengadora” mandadas por Samarro, no solo hostilizaban la isla y destruían el comercio de la Costa Firme, sino que quemaron las casas y chinchorros (de pesca) que habían en la Isla de Coche y derribaron los cocales de aquella isla.  En ella Morillo concentró en julio de 1817 todas sus tropas, corbetas, bergantines y flecheras antes de incursionar contra Margarita par ser derrotado en la Batalla de Matasiete.

Política territorial

        La Isla de San Pedro de Coche fue la capital del Territorio Federal Colón que comprendía todas las islas del Mar Caribe pertenecientes a Venezuela, con excepción de Margarita.  Dentro de ese status la gobernaron el Dr. Contreras Troconis, Manuel A. Medina y el general Arístides Fondeo.  Por decreto de Cipriano Castro  la Isla de Coche fue anexada en 1907 a la Isla d e Margarita Sección Oriental del Distrito Federal y finalmente junto con Cubagua y Margarita pasó a constituir el Estado Nueva Esparta.
Un informe de 16 de septiembre de 1834 suscrito por Manuel Maneiro y otro de 1838 firmado por Policarpo Mata, comunican al Secretario del Interior y Justicia, la ne­cesidad de desalojar del islote la población flotante allí radi­cada por ser imposible el sostenimiento de la misma a causa de la extrema pobreza de la tierra. Para este año la pobla­ción de Coche alcanzaba a 1300 personas, de las cuales alre­dedor de 300 se dedicaban al contrabando.
Sin embargo en 1941, Coche contaba con más de 2000 habitantes no presentaba aquel problema de la incapacidad de una determinada zona para albergar y sostener la pobla­ción que vegetaba en ella.

                    Aspecto Físico de la Isla

La isla de Coche está situada al sur de la isla de Margarita al extremo norte de la costa oriental de Venezuela, y está limitada por todas partes por el Mar Caribe.
Abarca una extensión aproximada de 11 kilómetros de longitud o sea de Este a Oeste; y 51/2 kilómetros de ancho o sea de Norte a Sur. En kilómetros cuadrados ocupa una superficie de 60,5, siendo su densidad de 82,64 habitantes por K ms. 2.
El litoral o costa de la Isla está bañada por el reman­so de unas aguas pacíficas, con excepción de la parte Norte donde la ola es agitada e impetuosa debido a la brisa fuerte y constante que la azota. Las costas son bajas, arenosas y llenas de arrecifes que se cubren al subir la marea, con frecuen­cia en los meses de Octubre y Noviembre.   La isla psee siete pequeños puertos, una ensenada y muchos lugares de anclaje. Entre los puertos existentes podemos mencionar: San Pedro, el principal, al Oeste de la Isla en una extensión considerable comprendido entre dos puntas; La Sa­lina, puerto particular de vapores al embarque de sal; El Car­dón, Bichar, Güinima, El Amparo y Guamache. 
En la parte Sur de la Isla, hacia un extremo del case­río Bichar, se halla la ensenada o saco principal de la Isla. Lu­gar propio para la limpieza de las embarcaciones y el baño de los vivientes cercanos. Es baja de aguas tranquilas, abundante en moluscos y peces peque­ños. Bandadas de gaviotas surcan constantemente la orilla cu­bierta de plantas marinas.
Posee cuatro puntas, con avanzada proporción conside­rable, tales son en orden de importancia: Punta Playa, Pun­ta Conejo, Punta Botón y Punta Flamenco.
La isla de Coche está constituida físicamente por elevaciones pedregosas que no pasan de 300 metros; siendo el cerro denominado La Bandera el más ele­vado. Es árida y notablemente serófila predominando varias especies de cactus,el yaque, prosopis juli­flora; la tuna, Opuntia Wentiana; el cardón, Lemaireocereus griceus; el guamacho, Pereskia guamacho. Las largas y onduladas colinas,  presentan un color rojiamarillo, debido a la calcinación del sol, y en gran par­te cubiertas con una vegetación baja de arbustos y árboles, generalmente selvas secundarias