viernes, 30 de diciembre de 2011

Alemanes descubren a coche

No de la forma como lo hizo Cristóbal Colón en 1498 cuando también avistó al Orinoco ni Juan López de Archuleta en 1526 cuando se asentó en la isla, ni quienes vinieron detrás de ellos para explotar y explotar los ostrales de sus mares.
Los germanos recién acaban de descubrir a Coche con un espíritu nada materialista, colonialista o crematista como el que animó en tiempos de los Welser por allá en tierras de Coro y Maracaibo, a sus paisanos Ambrosio Alfinger, Nicolás Federman, Jorge Spira y Felipe Hutten. Nada de eso. Estos alemanes contemporáneos, bastante, distanciados de aquella azarosa realidad, por el contrario, aman la vida y la naturaleza por la vida misma en un sentido universalmente deportivo y recreacional. Ello explica porqué tienen enclaves recreacionales en numerosas ciudades del mundo y porqué últimamente se han extendido de ese nido de descanso que es para ellos desde hace algún tiempo El Yaque de Margarita, hasta la isla de San Pedro de Coche.
Es que la Isla de Coche es única con sus playas de esmeraldas para navegr en una tabla de vela como si fuese un Ski sobre los glaciares de los Alpes. Ellos que inventaron la autopista saben que éstas no sólo pueden concebirse sobre la tierra dura y firme para desarrollar grandes velocidades, sino también en el mar con la ventaja de no tener que gastar una gota de gasolina.
Por supuesto, no toda zona marina, así esté en Creta o en Margarita, sirve cabalmente. Tiene que reunir condiciones naturales excepcionales para este flamante deporte y sus variantes conocido en el mundo con el vocablo anglosajón de "Winsurf".
Son excepcionales las playas del Yaque, en Margarita; las de Buzios, en Brasil; las de Cabarete, en República Dominicana; las de Aruba, en las Antillas Neerlandesas; las del Médano, en Tenerife (España); las de Hurghada, en Egipto; pero las de La Salina de la Isla de Coche parecen únicas de todas las hasta ahora conocidas y utilizadas.
Dice una revista impresa en Alemán de la empresa de turismo deportivo líder en el mundo, "Happy Surf & Ski Tours", que en Coche se encuentra lo óptico para el Windsurf de velocidad y el descanso, no obstante la existencia del Yaque lisonjeado como un "nido de descanso y de sueño". Coche, isla de pescadores, con una población de seis mil habitantes y extensión de 53 kilómetros cuadrados, dista de las frescas playas del Yaque unos 12 kilómetros, distancia cubierta recientemente en tiempo record de 11 minutos por el surfista margariteño Carlos García, en una competencia de larga distancia.
A esta altura El Yaque y Coche ofrecen para los surfistas del mundo las posibilidades de competencia de larga distancia y competencia de velocidad, además de un paisaje ambiental anti estrés. Ésta última en La Salina de Coche que es una playa de 4 kilómetros donde es posible desarrollar velocidades increíbles puesto que aquí a dos metros de la playa, el agua tiene suficiente profundidad para surfiar a gusto y la ola apenas la altura del diente de un topo. A toda velocidad se siente el surfista como transcurriendo sobre una nube de algodón. Quienes han vivido la experiencia dicen que más relax del que se experimenta aquí es imposible con el surf en otra parte.       La Playa, además, se presta para ensayar maniobras increíbles. Es, en síntesis, un laboratorio tanto para los veteranos surfistas que desean intensificar y descubrir nuevas emociones, como para los novatos deseosos de aprender el manejo de la vela, pues la ausencia de oleaje se combina con un viento sobre los veinte nudos casi todo el año.
Dewilde Guy, winsurfista profesional que hizo el estudio técnico de la playa de La Salina de la Isla de Coche, entre Punta    de        Palo y el Muelle del Ferry, la     califica  de sencillamente perfecta". Tanto es así que, además del Hotel Isla de Coche en Punta Botón, de 40 habitaciones grandes y bien mantenidas, aire, terraza, TV, caja fuerte, Bar-restaurant, piscina y playa privada, se construyó otro de cabañas en la Punta opuesta, en la misma playa de La Salina, toda vez que hay temporadas, generalmente la del invierno  en Europa, que no hay espacio para tantos surfistas.
La Estación de la isla ya tiene instructores surfistas propios de Coche. Destacan por ahora los hermanos Orfeo y Marco Gouverneur y Américo Fernández Pérez. Este último hijo de Luis José Fernández, quien junto con Inocente Salazar, Manuelito Salazar, Heriberto Lunar, Edecio Salazar, el cronista de Coche Jesús Cedeño, Ismael y Luis Miguel Patiño, fungen de líderes naturales de la comunidad.
Ellos, desde hace años, vienen luchando por encontrarle a Coche una alternativa de vida fuera de la tradicional pesca artesanal y explotación de la perla, pues ya estos renglones experimentan un dramático decaimiento debido al irracional usufructo de las llamadas flotas de arrastre. Tampoco con la explotación de la sal se puede contar, porque las salinas quedaron severamente afectadas al no realizarse estudios previos de suelos para las inconclusas edificaciones de la Colonia Vacacional que para 20 mil niñas había programado el gobierno de Luis Herrera Campins a través del Instituto Nacional de Hipódromos. Las periódicas correntías pluviales arrastran sedimentos del sitio de las instalaciones que van directamente a depositarse en la depresión de la mina madre. Ahora, en vez de una sal común pura y cristalina, suele extraerse una contaminada con lodo y arcilla que la gente menosprecia.
Frente a esta realidad inquietante, parece ser que Coche al igual que Margarita, está encontrando alternativa distinta de vida en el deporte acuático y en el turismo recreacional.        El descubrimiento    por     los alemanes de estas playas puede ser un feliz punto de partida para navegar a vela tendida, aunque sea sobre una tabla de winsurf, hacia mejores perspectivas de vida.





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