Por hacer uso de la libertad de expresión para divulgar la doctrina cristiana, San Pedro fue encarcelado por el Rey de Judea Herodes Agripa y crucificado con la cabeza mirando al cielo durante el reinado de Nerón.
Cuando a finales de los años cuarenta, el Alfabetizador, alto y elegante, llegó a la isla, la primera letra que Irma Arismedí aprendió y adoró fue la A del amor.