En la Isla sacan a la calle en los primero días de año nuevo unas comparsas llamadas “Diversiones”, pues al fin eso es en esencia, diversión. Y nada mejor para empezar el año que la representación teatral de lo que es el modo de vida de un pueblo aislado, pero en comunicación permanente con el mar y todos sus elementos.
Es un drama, la representación de una acción cotidiana que tiene que ver con la subsistencia del hombre de mar, es el teatro popularmente folklórico de la pesca que seguramente debe tener su origen en el pasillo, raíz del teatro español caracterizado por la simplicidad de sus argumentos y porque su acción se desarrolla entre gente humilde del pueblo presentando cuadros alegóricos acompañados de música, danza y canto.
Las diversiones de la Isla Coche son eso, cuadros alegóricos de la pesca, animados por música, danza y canto.
Los preparativos comienzan con uno o dos meses de anticipación por iniciativa de tres personajes básicos: el financista de la comparsa; el compositor que se inspira en un popular o extraño ejemplar de nuestra fauna marina y el artesano que con artística habilidad sabe dar plasticidad al motivo de la diversión. Luego habrá que comprometer a los músicos, generalmente cuatristas, guitarristas, bandolinistas, maraqueros y tamboreros, más 14 ó 20 gaurichas que en este caso tiene una acepción muy distante a la que le da el diccionario de la lengua. Aquí las guarichas son muchachas alegres y con buena voz que danzan y cantan en coro al compás de la música en dos columnas enfrentadas y alternando posiciones, una que lleva el paso de toda la versificación y la otra que corea con un verso estribillo.
En el centro y rodeado de espectadores se escenifica el drama, a veces trágico-cómico de la pesca. El pez, la red, el bote y el o los pescadores que cumplen su papel, disfrazados con máscaras de lona. Al final el pescador sale victorioso de su faena, pero algunas veces y ésta es la parte trágica del drama, sale lesionado por la aparición de una raya, un pez-espada o una tintorera.
De estas pintorescas diversiones salió el célebre “carite” del ebanista y bandolinista Rafael González y el cual, ejecutado a ritmo de merengue, se tiene como representación relevante de la música folklórica margariteña.
En la propia isla de Margarita estas diversiones se hacen con los más variados ejemplares de la zoología y son populares en este campo la Burriquita , la Iguana , la Culebra , la Osa , el Guayamate, el Pavo y el Turpial.
Tan populares como el carite en la Isla Coche son la Lisa , la Anchoa , la Tortuga y el Robalo. En 1986 los cochenses sacaron el “Rabo-Rubio” de carne exquisita y que pareciera un híbrido de pargo y corocoro.
A veces las diversiones se vuelven dramas de protestas como lel ocurrido contra las Arrastradoras. La Arrastradora es un moderno sistema de pesca importado del Japón y el cual tiene la particularidad depredadora de atrapar a cuanto pez grande o pequeño se le atraviese y al mismo tiempo destruir la flora marina en general.
Los cochenses que también se hacen llamar sampedrenses en razón de que su patrono es el apóstol San Pedro, atribuyen la acentuada escasez de peces, a pocas millas de la costa, a la depredación constante por el sistema de arrastre.
Todos los años, en diciembre, tiene lugar en la Isla un festival donde participan diversiones de todo el Estado Nueva Esparta. En 1986 iban por el décimo. El mismo era organizado por el centro cultural que dirigía desde hacía diecisiete años el sociólogo Romero Arismendi. El año anterior lo ganó “El Bagre” diversión organizada por los pescadores del caserío Güinima.
Durante esos festivales se les ha rendido homenaje a compositores famosos en el medio como Rafael González, autor del Carite; al médico José Francisco Marval; al bandolinista Eladio González, al guitarrista Abdón Lozada, Susano Salazar, Mateo Salazar, Froilán Lunar, Lencha Millán, Cuicha Lozada, Chemané González y José Mayo.
En septiembre del 85 las diversiones de Coche se presentaron en Ciudad Bolívar, El Tigre y tenían invitación pendiente para actuar en la Siderúrgica del Orinoco donde existe una buena colonia de isleños encabezados por Régulo Salazar y el médico de Pozo Verde Aníbal Bermúdez.