sábado, 19 de noviembre de 2022
RELATO DE LA ISLA (VIII)
Ninguna de las Constituciones ha logrado un mejor sistema de vida para los venezolanos. En una conversación de Tía Victoria, con el Jefe Civil Jesús Ramón Coello (Churramón), salió a relucir el tema de las Constituciones y el lamento de no haber tenido Venezuela un Juan Sin Tierra, como apodaban al rey Juan de Inglaterra en 1215, quien dictó la Carta Magna, de ese país la cual enumera lo que después vino a ser considerado como los derechos humanos proclamados el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea General de las Naciones Unidas como respuesta a los horrores de la Segunda Guerra Mundial y como intento de sentar las bases del nuevo orden internacional que surgía. Incluía, por supuesto, el Nuevo Orden Económico Internacional, el cual se planteó en la VI asamblea especial de la ONU, en el año 1974 en vista a las peticiones que presentaban los países subdesarrollados de sustituir la "ayuda al desarrollo" por una estructura económica más justa para aquellos países cuyo recursos económicos potenciales eran explotados por tecnologías de países más avanzados. Actualmente se encuentran entre los países menos desarrollados a Ruanda, Santo Tomé y Príncipe, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y unos cuarenta más en cuya lista no aparece por fortuna, Venezuela, un país en pleno desarrollo, pero últimamente ha sufrido una especie de colapso en su economía reflejado hasta en los más humildes negocios pueblerinos. No obstante, el comercio de Tía Victoria era estable porque lo que fallaba por un lado de sus múltiples renglones, por otro se nivelaba. La bodega funcionaba incluso como casa de empeño, regularmente, el fin de año y comienzo del otro que suele ser una época muy difícil para la economía de muchas familias, pues la Navidad, los Reyes y hasta por las vacaciones muchas familias gastan más de lo que pueden pagar y el crédito prendario es la salida por las puertas de esas casas que datan desde la antigüedad. Hoy, los bancos cumplen ese rol financiero. El crédito bancario permite ese préstamo en dinero por el que la persona se compromete a devolver el monto solicitado. Solo tiene que pagar una comisión. Lo desventajoso sería el tiempo o plazo definido. El plazo en la casa de empeño lo impone el cliente a riesgo de caer en el olvido y el necesitado o pobre perder la prenda. En la Isla de Coche donde moraba la Bodega de tía Victoria había tantos pobres como parte de los que hay en el mundo. Que se cree son unos 780 millones de personas que viven por debajo del umbral de pobreza internacional. En 2016, menos del 10 por ciento de los trabajadores de todo el mundo vivían con sus familias con menos de 1,90 dólares diarios por persona. ¿Qué hacemos entonces para enervar o ponerle fin a la pobreza. Últimamente se ha hablado del Desarrollo Sostenido cuyo objetivo es ese, precisamente, poner fin a la pobreza en todas sus formas. Desde el año 2000, la tasa de pobreza en el mundo se ha reducido a la mitad. Pero en las regiones en desarrollo una de cada diez personas sigue subsistiendo bajo el umbral de la pobreza. Sin embargo la pobreza va más allá de la ausencia de ingresos y recursos económicos. Se trata de un problema de derechos humanos que también afecta al hambre, a la malnutrición, a la falta de una vivienda digna, al acceso limitado a servicios básicos como la educación o la salud, y a la discriminación y la exclusión social, que incluye la ausencia de la participación de las personas pobres en la adopción de decisiones. Para ello el desarrollo sostenible es clave para erradicarla. Es lo que afirma la ONU, organización que ha trazado una ruta para lograr un desarrollo sostenible. La Agenda 2030 contiene los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tal es una serie de metas comunes para proteger el planeta y garantizar el bienestar de todas las personas. Estas metas comunes necesitan la implicación activa de las personas, las empresas, las administraciones y los países de todo el mundo. En el plano social, la sostenibilidad fomenta el desarrollo de las personas, comunidades y culturas para conseguir un nivel global de calidad de vida, sanidad y educación adecuado y equitativo. La lucha por la igualdad de género, en especial en los países en desarrollo, es otro aspecto que durante los próximos años configurará las bases de la sostenibilidad social. En su vertiente ambiental, la sostenibilidad defiende que la naturaleza no es una fuente inagotable de recursos y vela por su protección y uso racional. Aspectos como el cuidado del medio ambiente, la inversión en energías renovables, el ahorro de agua, la apuesta por la movilidad sostenible o la innovación en construcción y arquitectura sostenible contribuyen a lograr esta sostenibilidad ambiental desde varios frentes. La sostenibilidad también busca impulsar un crecimiento económico que genere riqueza equitativa sin perjudicar los recursos naturales. Una inversión y reparto igualitario de los recursos económicos permitirá potenciar los demás pilares de la sostenibilidad para lograr un desarrollo completo. En medio de la crisis desatada en el mundo por la Pandemia de la COVIF-19, algunos países están utilizando una vez más la restauración como motor de empleo, especialmente en áreas rurales donde surgen nuevas oportunidades. Esa estrategia no sólo tiene el potencial de impulsar el crecimiento económico, sino que también surge como respuesta clave al cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Devolver la vida a la naturaleza es el objetivo central del Decreto de las Naciones Unidas para restaurar los ecosistemas, un impulso global que comenzó en 2021 con el fin de recuperar las zonas degradadas del planeta “La recuperación verde es aquella que aborda al mismo tiempo las crisis del clima, la biodiversidad y la contaminación”, Entre los países que se cuentan y que están tomando acciones concretas en esa dirección, están Pakistán que ha contratado a decenas de miles de personas que perdieron sus trabajos durante los confinamientos por la COVID-19 para sembrar plántulas,. Francia, Nueva Zelanda, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, Etiopía, Finlandia, Islandia, Kenia, Irlanda y Colombia.
Que esté Colombia en la ruta del desarrollo económico sostenible y no Venezuela, su vecino fronterizo, es muy lamentable. Colombia considera que en el 2030 todo será distinto toda vez que esa ruta habrá de conducirla a una economía floreciente y permanente. La agenda del desarrollo contempla 16 estrategias que buscan estimular el cumplimiento de las 169 metas de los ODS. La estrategia está fundamentada en 4 pilares: seguimiento y reporte; estrategia territorial, alianzas con actores no gubernamentales y acceso a datos abiertos para un seguimiento al cumplimiento de los objetivos.
Para alcanzar las 16 metas, se contempla la interacción y los compromisos de 30 entidades nacionales que trabajarán de manera articulada hasta el año 2030. Entre las instituciones necesarias para cumplir los ODS se encuentran los ministerios de Educación, Trabajo, Vivienda, Minas y Energía, Defensa, Comercio, Transporte y Agricultura, así como el Departamento Administrativo para la Prosperidad Social, la Comisión Nacional de Competitividad e Innovación y la Comisión Intersectorial de Cambio Climático.
Las apuestas para alcanzar los ODS son: Fin de la pobreza; Hambre Cero; Salud y Bienestar; Educación de Calidad; Igualdad de Género; Agua Limpia y Saneamiento; Energía Asequible y no Contaminante; Trabajo Decente y Crecimiento Económico; Industria, Innovación e Infraestructura; Reducción de las Desigualdades; Ciudades y Comunidades Sostenibles; Producción y Consumo Responsable; Acción por el Clima; Vida Submarina; Vida de Ecosistemas Terrestres y Paz, Justicia e Instituciones Sólidas.
Según el Departamento Nacional de Planeación “si Colombia logra cumplir a 2030 estas metas, el país será más equitativo, la pobreza será menor, sus habitantes tendrán mayores ingresos, salud, educación de calidad y acceso a mejores servicio- Luego de adoptar el 25 de septiembre de 2015 la nueva agenda de desarrollo sostenible promovida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en marzo, mediante un documento CONPES, se aprobó la estrategia para la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el país. Se supone que sería así si hay continuidad administrativa, pero acaba de surgir en el Poder un Gobierno nuevo, el de Petro, un nombre que suena mucho no sólo por su significado “piedra” de raíz griega, sino por el nombre de la criptomoneda venezolana, creada como contrincante del dólar, pero que los especialistas en economía consideran una ilusión, “una moneda de chocolate” o una reconversión para afrontar la agonía del bolívar, moneda que data desde 1876, diseñada por el grabador francés Albert Desiré Barre con la efigie de Simón Bolívar en el anverso y el escudo de la República de Venezuela en el reverso. Este diseño se mantiene hasta el presente con algunas modificaciones de estilo y se diría que no sólo de estilo sino de fondo pues por arte de birlibirloque anda por el suelo después de haber recorrido el mundo por los aires fuertes de le economía
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