tropel de luces
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Luis José
Fernández
o Jóvito el de
Evangelia
·
Luis Miguel Patiño
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Viene a nosotros en el año en el que asoman su canto universal poetas y trovadores, en un San Pedro de
Coche de 1935 signado por leyendas de frescas escaramuzas y
consecuencias cotidianas: oscuridad, limitaciones y mucha, mucha esparanza. Creció de la mano de Chente
salazar y Miguel Ángel Guevara. Uno para las letras y el otro para el trabajo. Tales condiciones se afianzaron en él
transitando los caminos del tiempo.
Evangelia, su madre también le obligaba
a tareas propias de la fe como limpiar candelabros, el mesón del Santo
Pedro, tañer las campanas en ocasión de fiestas
y difuntos, pero nunca se le vio rezar. Su oración íntima, en todo caso, estuvo prendida en los
acordes de un largo silbido que desde sus labios se tendía entre yaques
y cardonales.
Desde temprana edad trabajó. Alguna vez vendió
arepas, colgaba su voceo en los rincones de
las casas de entonces. Fue un ejercicio premonitorio.
Corre el año 52 del siglo
pasado, contando cori 17 años, en compañía de su tía Juanita Fernández de Guevara y
Miguel
Ángel Guevara en La Playa del Medio, se embarca y mira como la quilla de La Flor
Amarilla, de José Jesús Marín (Cachú) rompe el celofán del agua y la proa
apunta hacia un porvenir desconocido. En Tucacas se hace marino de profesión. Al lado de su
primo, Luis Miguel Guevara Fernández,
incursiona en el comercio de cabotaje en ruta Tucacas-Curazao-Bonaire-Tucacas.
En ese itinerar templó el brío... y
la musa también. Faenó en el Mar de los Caribes por tres años. Regresa a Coche,
su pueblo querido, vuelve a las señas
de difuntos, a las caimaneras de pelota. Con 21 años se lanza nuevamente a retar al destino: en la misma Playa del Medio, de aquellos dias de tía Juanita,
aborda la Corazón de Jesús de Cleto Gamboa, capitaneada por Enrique Marval, ahora su destino es la tierra zuliana.
Época de diásporas en la que los orientales buscan la vida en los campos
petroleros. Comenzó desde abajo én la Creole Petroleum Corporation. Estudia en
su tiempo libre y escala posiciones laborales.
Además, logra juntar voluntades y con sus coterráneos fundan la Sociedad Benéfica San Pedro de Coche. Desde
el Zulia lucha por los problemas del lar nativo alcanzando notorias metas que
aún perduran. Comienza su producción poética. Nace Coche, mi pueblo querido,
himno
cantado desde la distancia geográfica pero
desde la cercanía de la
nostalgia por el terruño. Luego de prestar sevicio en la filial Lagoven por
veintiséis años, regresa definitivamente al suelo cochero de sus amores. Se
establece como comerciante de víveres. Por su parecido con el líder fundador de
URD lo comparan y le regalan el apelativo de Jovito (la pronunciación local cochera de Jóvito). Revoluciona la
manera de participación de las demás
personas en la vida pública de Coche. Funda el Consejo de Pastoral
Parroquial.
Para ese entonces dedica su
tiempo, a la par de los negocios,
a componer sus canciones y letras para Diversiones Tradicionales. Brinda su apoyo, en primer lugar, a la comunidad
de El Bichar para el Festival de Diversiones con La Cotúa, luego apoya a la comunidad de La Uva con diversiones, cantos populares y aguinaldos. En
1994 da inicio a su polémica y reivindicativa columna Rima la queja en
un semanario de curso regional. En ese mismo año impulsa la creación de La Sociedad XII Hombres para la
Iglesia. Fue el cronista sentimental
por excelencia: estudiantes, maestros y
profesores de diferentes niveles, así como nativos y visitantes
encontraron en él la fuente donde se abreva la sabiduría propia de los pueblos, de su pasado reciente y no tan
reciente. Son innumerables sus escritos publicados en la prensa con sentido reflexivo, anecdótico y
protestatario que le valieron aplausos y también adversiones de una
minoría aludida producto de ese accionar reñido con y para el deber social de las mayorías; canciones y Diversiones
ganadoras de festivales en niveles infantiles y adultos. Su más preciado
sueño y su más claro norte fue la enseñanza
de la música: de allí la creación de
la escuela Cuatro y Canto Los traviesos de Luis José, de la cual van ya
tres generaciones. Son ellos los más fieles difusores de su obra. En el año
2005, por iniciativa de la Asociación de Escritores del Estado Nueva Esparta (AENE), el ejecutivo regional le honró con
la distinción de Patrimonio Cultural Viviente. El pueblo en su esencia
vernácula siempre lo recordará como Jovito el de Evangelia.
En su espíritu siempre vivo
entre nosotros le recordamos en
esta muestra de su creación.
III
Mi coche querido
(Canción)
Coro:
Coche,
mi pueblo querido
tierra
del gran pescador
el marino en su timón
hace gala de tus mares
Coche, las bellezas naturales
decoran tu población.
I
Hermosa piedra de El Piache
monumento que recuerdo
es reliquia de mi pueblo
no lo olvida el que allí nace.
II
Es muy grato recordar
a El Guamache y a Güinima
hay que ver que se camina
para llegar a El Bichar
III
La más blanca, pura y fina
nuestra
sal es la primera
¡Viva, viva Venezuela
y Coche con su salina!
Décimas protestatarias
La dama con insistencia
'Mortificada por la basura
Comunidades impuras
Declaradas en emergencia
Hay que tomar providencia
En este año electoral
Por "siaca" vuelvan aspirar
A diputado o senador
Tal vez a gobernador
Castigo será NO votar.
Éramos dos
mil habitantes
Nos cuidaban dos policías
Contaba la abuela mía
Sin necesidad de vigilantes
Para ella era bastante
Dormía a puertas
abiertas
Con una perrita alerta
Ladraba al sentir un paso
No hacía
omiso caso
Sin pesadilla la siesta.
Las bodegas de antaño
Desaparecieron por aquí
Única quedó
"Nohemí"
Para revivir los años
Maras con "Pandelaño"
Mangos
tinos,mayagaítos
En la playa de Miguelito
Grandes tortas de casabe,
Melcochoso "Bienmesabe"
Galletas "Abas y "rolitos".
Tengo en mi memoria
A "Chongoro","Chico Ñeco"
Pedrito,Silvino en Valle Seco,
Cerca del Piache,
Victoria
"Choncita" Patiñ o, historia
"Maneque" billar y panadería
Chicharrones de Ángel María
Ferretero Carlos "Carola"
Vendía agujas de Vitrola,
Bodegas de Eladio y "Mayía".
Personajes del
comercio
Bernardino,Petra Alfonzo,
Froilán González su pozo
Águeda por locha los precios
Cargadoras de trabajos recios
Victoria tenía a Martina,
Juan Gil a "Chepona" y
"Yayina"
Cargaban en la cabeza
Quintales,arrobas,pesas
Sin prestación ni medicina.
Alcaldes y concejales
A elecciones transparentes
Con
este pueblo residente
Sin
votos de otros lugares
Coche con sus vatares
El Cochero debe resolver
Los extraños no
pueden ejercer
En Nuestro gobierno comunal / Cada votante en su lugar / Elige su propio
poder.
*Luis
Miguel Patiño. Poeta cochero, experto en lengua latina. Recientemente
empezó a narrar.
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